Perú invitado de honor en la edición XXXV del FICG

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Ceremonia y premiación, Clausura FICG 34, en el marco de actividades del trigésimo cuarto Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Guadalajara, Jalisco, México. Viernes 15 de marzo de 2019. Foto: © FICG / Julio López

El pasado 8 de diciembre, dentro del marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se anunció que Perú será el país invitado a la edición 35 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG).

Las producciones peruanas que se han confirmado en el festival y que son parte de la Selección Oficial en Competencia son: “La bronca”, de Daniel Vega Vidal y Diego Vega Vidal que participa en la Selección Largometraje Iberoamericano de Ficción; “El canto de las mariposas” de Núria Frigola dentro de la Selección Largometraje Iberoamericano Documental y “El silencio del río” de Francesca Canepa en Cortometraje Iberoamericano.

En exclusiva Pierre Emile Vandoorne, Director del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios del Perú (DAFO), quien además es Secretario Ejecutivo de la Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI) charló para Ágora Informativa.

¿Qué significa la presencia de Perú en el FICG?

El hecho de que Perú sea país invitado al FICG realmente y sin ningún tipo de demagogia, es un profundo honor para nosotros. Para empezar es un festival que admiramos muchísimo, sin duda uno de los más importantes en América Latina. Se trata de un festival con una vocación de visibilización y promoción del cine Iberoamericano que además ha sido un espacio importante para el cine peruano en los últimos años y para el Iberoamericano en general. Es un festival que trata muy bien al cine que producimos y que recibe con interés proyectos y películas terminadas.

En 2017 “Wiñaypacha” (Óscar Catacora) fue una película muy importante para nosotros (primera película hablada en aymara) ganó Mejor Ópera Prima y Mejor Fotografía además del premio FEISAL (Federación de Escuelas de la Imagen y el Sonido de América). También en el FICG, el año anterior (2016), tuvimos “La última tarde” de Joel Calero, que ganó mejor director en el festival, así mismo el cortometraje “Haya” que ganó mejor cortometraje. En pocas palabras, el festival de Guadalajara es un festival que ha prestado un interés especial al cine peruano y por ende, poder asistir como país invitado de honor con una muestra más amplia de cine contemporáneo peruano y también cine de intereses históricos además de la presencia de proyectos profesionales, es para nosotros una enorme oportunidad que agradecemos muchísimo por pensar en el Perú.

En cuanto a la relación con México es más amplia. Evidentemente los peruanos nos sentimos muy en casa cuando vamos a México, creo que porque hay afinidades culturales fuertes. No solo por algunos procesos históricos similares como países de un pasado prehispánico muy rico que además, proyecta a lo largo de toda la historia de nuestros países una serie de influencias y que sobreviven hasta nuestros días en los idiomas indígenas que se hablan, sino a las múltiples culturas que se han desarrollado acá. Por eso, cuando vamos a México sentimos que hay una profunda afinidad en ese sentido y nos sentimos muy cercanos a los procesos de ese país. Nos entendemos bien. Por eso estar allá es algo importante, como ha sucedido en la Feria Internacional del Libro, como en el cine y en otras expresiones artísticas.

¿Cómo ha crecido la producción audiovisual en Perú?

En cuanto a la producción cinematográfica en el Perú, nuestro país vive una situación muy especial desde el 2013. En ese año es un año de inflexión en el crecimiento de la producción nacional ya que comenzó a desarrollarse un nuevo momento en la producción cinematográfica en el Perú con la aparición fuerte de un cine comercial que genera que aumenten los índices de asistencias de público peruano a ver películas peruanas.

Hay un aumento progresivo de producción que es notorio en la cantidad de películas que se estrenan comercialmente en Perú siendo este año (2019) probablemente el pico con 35 largometrajes exhibidos en salas comerciales a nivel nacional, más allá de los otros que suelen circular por circuitos alternativos, festivales y otras plataformas.

Pero también con una diversificación que se produce bajo otros esquemas tanto de financiamiento como de creación. El desarrollo de un cine más autogestionado, de bajo presupuesto pero con alcances estéticos muy interesantes comienza a producirse en el país y también a circular en diversos festivales alrededor del mundo; además de una apuesta más decida del Estado para crear un sistema de financiamiento público de producciones y co-producciones peruanas que comienzan a multiplicarse y a circular tanto por nuestro mercado nacional, como en los circuitos internacionales de festivales.

Es un momento donde hay un crecimiento del sector, un aumento de la producción, una diversificación de la producción, con la visibilización muy clara del cine que se produce en diversas regiones del país y que de alguna manera se visibilizan muchísimo más en esta década que está terminando. Entonces, me parece que hay una nueva generación, hay un momento de renovación, con nuevas voces que van surgiendo además de nuevas direcciones estéticas.

Además de la muestra de la cultura peruana, se abre un espacio para la cultura gastronómica, ¿qué nos puedes comentar al respecto?

Evidentemente la participación en un festival o en una feria significa para el Perú una oportunidad de llegar con diversas manifestaciones culturales, más allá de las que son objeto del festival o feria. Esto es clarísimo en un festival como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, pero el FICG evidentemente nos va a dar la oportunidad de también dar cuenta de otras manifestaciones culturales entre las cuales la gastronomía es una de las más destacadas. Primero por su raigambre popular profundamente vinculada con las familias peruanas, con la cocina, con la casa, con los mercados, etc. Entonces es una manifestación cultural muy querida por la gente y por la cual se siente muy orgullosa en el Perú. 

El “boom gastronómico” de la última década y media es un fenómeno del cual somos muy conscientes en el país, un fenómeno que está acompañado de una serie de discursos sobre nuestra diversidad cultural, sobre el medio ambiente y la necesidad de proteger ciertos valores como justamente el medio ambiente, valores de la agricultura familiar, la importancia de preservar ciertas tradiciones y formas de vida vinculadas a conocimientos agrícolas.

Además, me parece que la gastronomía en el Perú ha sido un gran discurso articulador y reconocía líder de muchos aspectos de nuestra sociedad que requerían ser atendidos y ser hablados y qué mejor manera que hablarlos a través de algo tan creativo y positivo y amado como es la cocina de nuestro país. Es algo que no faltará en nuestra presencia en Guadalajara.

Decreto

Cinco días después del anuncio de que Perú será invitado en la XXXV edición del FICG, el gobierno peruano promulgó el día 8 de diciembre el Decreto de Urgencia Nº 022-2019 el cual promueve el desarrollo de la actividad cinematográfica y audiovisual en el país sudamericano. 

El apoyo será mediante el fomento, difusión, promoción y preservación de dichas producciones, esto como una estrategia que tiene dos fines: por un lado el apoyo a estas actividades considerando el desarrollo cultural que implican y por otro lado el crecimiento económico y la generación del empleo en ese país.

Al respecto, Pierre Emile comentó que “es un momento interesante de la norma este año que corresponde a esta transformación de los últimos años y a la mayor visibilidad que tiene a nivel nacional el hecho de que tengamos algo llamado cine peruano, producción audiovisual peruana, que las personas sean más conscientes”.

La edición XXXV del FICG se celebrará del 20 al 27 de marzo de 2020. Más información, en la web del festival: www.ficg.mx

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